Cuando una obra no permite apoyar la estructura desde el suelo —ya sea por seguridad, acceso o espacio—, entra en juego una solución que no todos dominan: los andamios suspendidos. Son estructuras técnicas que requieren planificación precisa, montaje profesional y un conocimiento riguroso de las cargas de tracción.
En este post te explicamos qué son, cuándo conviene usarlos, qué riesgos evitar y cómo saber si tu obra necesita este tipo de montaje.
¿Qué es un andamio suspendido o volado?
Un andamio suspendido (también llamado volado o colgante) es una estructura que no se apoya en el suelo, sino que cuelga desde un punto superior (como un forjado, una viga metálica o una estructura preexistente). A diferencia del andamio tradicional —que trabaja en compresión—, aquí los esfuerzos se transmiten por tracción.
Se utiliza cuando el espacio en planta es limitado, hay riesgo de colapso o directamente no hay superficie disponible para montar desde abajo.
Principales diferencias con un andamio tradicional
- El apoyo no está en el suelo, sino en un punto alto estructuralmente seguro.
- Exige un estudio técnico más preciso.
- La ejecución requiere personal especializado.
- Los errores en cálculo o montaje pueden ser críticos.
¿Cuándo se recomienda usar un andamio suspendido?
- Cuando se trabaja en medianeras de fincas donde los vecinos no te dan permisos para apoyar
- Entradas de garajes donde no pueden parar de circular los cohes.
- En patios interiores, huecos o pozos sin acceso inferior.
- En entornos donde el apoyo compromete la seguridad del terreno.
- En fachadas sobre zonas transitadas, donde se necesita despejar el paso.
Riesgos de elegir mal el sistema de descuelgue
Un error en este tipo de montaje puede derivar en:
- Riesgo de caída o colapso estructural.
- Daños al entorno por puntos de anclaje mal calculados.
- Sanciones por incumplimiento normativo.
- Retrasos costosos si la estructura debe desmontarse y rehacerse.
Ventajas de usar andamios suspendidos bien ejecutados
Cuando se montan con criterio, los andamios suspendidos aportan eficiencia, seguridad y agilidad en proyectos complejos.
Menos interferencias en obra
Al no apoyarse en el suelo, liberan espacio útil para la obra o el tránsito de personas y maquinaria.
Montaje en zonas imposibles
Permiten intervenir en sitios donde sería inviable o muy costoso montar una estructura convencional.
Reducción de material en algunos casos
Un diseño técnico optimizado puede requerir menos componentes, lo que reduce carga y costes de alquiler si se gestiona bien.
6 factores clave que hacen seguro un andamio suspendido
No se trata solo de colgar una estructura. La seguridad depende de que se cumplan varios criterios técnicos fundamentales:
1. Estudio técnico previo y cálculo de cargas
Antes de montar, hay que verificar cargas admisibles, puntos de apoyo y comportamiento estructural.
2. Uso de sistemas homologados y modulares
No vale cualquier sistema. Se deben usar elementos certificados para este tipo de montaje: tenazas, grapas, cadenas y tubos homologados.
3. Puntos de anclaje adecuados
El soporte debe estar diseñado para recibir las fuerzas de tracción. Esto implica estructuras metálicas, forjados sólidos u otros puntos validados.
4. Control de esfuerzos de tracción
Al trabajar en tracción, los errores se amplifican. El cálculo debe prever tensiones y posibles deformaciones para mantener la estabilidad.
5. Personal técnico cualificado en montaje
El montaje suspendido no es para operarios sin experiencia. Solo técnicos formados deben ejecutar este tipo de estructura.
6. Coordinación con dirección facultativa
Este tipo de estructuras requiere coordinación estrecha con el arquitecto o ingeniero responsable, tanto en proyecto como en ejecución.
Tipos de sistemas de descuelgue más comunes
Existen diferentes configuraciones, y la elección depende del entorno y del tipo de trabajo a realizar.
Andamios suspendidos con vigas metálicas
Una solución robusta. Las vigas celosía o metálicas actúan como puente desde el cual se fijan los elementos verticales.
Andamios colgantes con tenaza para viga
Típico en naves industriales. Las tenazas se fijan a vigas metálicas y permiten descuelgues seguros sin dañar la estructura.
Sistemas mixtos: tubo + grapa + fijación directa
Combinan tubos de acero, grapas especiales y amarres tipo “llave”. Son versátiles y se adaptan a estructuras irregulares.
¿Cuánto cuesta montar un andamio suspendido?
Factores que influyen en el coste
- Altura del descuelgue
- Tipo de anclaje y complejidad del entorno
- Tiempo de montaje
- Transporte y logística
¿Es más caro que un montaje tradicional?
No necesariamente. Puede parecerlo al principio, pero evita sobrecostes derivados de errores, desmontajes o parones.
Cómo evitar presupuestos inflados
Evita empresas que montan sin criterio técnico. Lo ideal es trabajar con un equipo especializado en este tipo de estructuras a medida.
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